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Paris Hilton habló sobre su infancia, traumas, abusos y el camino que la llevó a construir su imagen global
El silencio rodea el vestíbulo de mármol en la mansión de Beverly Hills cuando Paris Hilton aparece, vestida con tacos rosas y un vestido de flores. La escena, descrita por The Times, da cuenta del aura de la celebridad y la simetría de su entorno: entre esqueletos rosas y telarañas decorativas, fotógrafos, maquilladores, empleados y su esposo, Carter Reum, circulan con destreza.
Hilton, de 44 años, saluda con voz suave y mirada firme. Entre risas, cuida cada aspecto de su imagen y las normas de su casa. “No le tengo miedo a muchas cosas en la vida, excepto a las arañas, las abejas y la muerte”, confesó al medio británico en un momento de vulnerabilidad.
La entrevista con The Times se desarrolló entre lujos y excentricidades, desde las cubiertas rosas para zapatos hasta una cancha de tenis a medida. Hilton, heredera del imperio fundado por Conrad Hilton, se reivindica como empresaria autosuficiente“Soy una mujer polifacética. Puedo dedicarme a todo lo que me apasiona”, sostiene, defendiendo su papel como pionera en la industria de las influencers y la monetización de la reputación. “No soy una rubia tonta. Simplemente soy muy buena fingiendo serlo”, aseguró, remarcando que su personaje público fue siempre un acto consciente.
En la conversación, recorrió su trayectoria profesional, iniciada en la adolescencia como modelo y consolidada con el reality The Simple Life, donde, junto a Nicole Richie, satirizaba la vida de la alta sociedad. El programa fue una interpretación que la encasilló en un papel superficial, pero que le abrió puertas en el entretenimiento.Más allá de la pantalla, alcanzó el éxito como cantante, DJ y empresaria, con una fortuna sustentada en líneas de perfumes, ropa, productos de belleza y alianzas con marcas internacionales.
Su empresa, 11:11 Media, según sus palabras, alcanza una valuación de USD 1.000 millones. “Lo he conseguido todo por mi cuenta. Nadie me ha regalado nada en mi vida”, resaltó a The Times, tomando distancia de la imagen de heredera afortunada.
Familia, traumas y activismo
La relación de Hilton con su familia y los recuerdos de su infancia ocupan un espacio central en el relato. Bajo la estricta vigilancia de sus padres, Richard y Kathy Hilton, compartió colegio con personalidades como Nicole Richie y Macaulay Culkin.
Su madre era cercana a Michael Jackson, a quien Hilton considera “como un tío”. Sobre las denuncias contra el cantante, sostiene: “Nunca lo vi comportarse así con nadie. Simplemente sé quién ha sido para mí toda mi vida, y jamás podría verlo hacerle daño a nadie”.
El tono se vuelve más sombrío al tratar las experiencias traumáticas de la adolescencia. A los 14 años, fue abusada por un profesor y, poco después, drogada y posiblemente violada por un desconocido.
Como medida de protección, sus padres la enviaron a internados gestionados por CEDU, donde sufrió abusos físicos y psicológicos. “Era un abuso en todo el sentido de la palabra”, denunció Hilton, detallando registros corporales, prohibiciones absurdas y humillaciones colectivas.
Fuente: Infobae