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Carolina Herrera abre las puertas de su estudio y muestra su colección 2018
Nueva York, Estados Unidos.- Ubicado en el edificio Midtown de Nueva York, en la plata 17, el taller de Carolina Herrera abre sus puertas y lo primero que percibes es el silencio. La escrupulosa elegancia, comienza a identificar la esencia de esta gran diseñadora venezolana, icono de refinado estilo para el mundo. Reflejo de una vida personal digna, plasmada de un carisma Infinitamente silencioso.
Su despacho, destaca por ser una habitación no muy grande pero llena de luz, de fotografías personales, de libros y de obras de arte de algunos de los pintores y fotógrafos más increíbles del mundo, como Robert Mapplethorpe, que aunque pertenecían a escuelas muy distintas, coincidieron al poner su mirada en un mismo objeto de deseo: Carolina Herrera.
La estructura de su estudio revela parte del secreto de su éxito: el espacio en el que trabaja su equipo creativo, justo enfrente de su propio despacho: las oficinas centrales, al otro lado del pasillo y el taller, justo en la planta de abajo.
Todas las áreas están interconectadas como lo que son: las piezas de un engranaje riguroso y preciso; los órganos fundamentales de un ser vivo.
Declaraciones para Cecilia Casero, de VOGUE.es
“Desde que empecé, hace 36 años, siempre he tenido el atelier en la casa, para mí es algo importantísimo porque es más fácil trabajar con tus manos y hacer directamente con ellos los cambios que sean necesarios en lugar de tener los talleres fuera y esperar a que te lleguen las prendas a última hora y que después no te gusten.
Aquí tengo la oportunidad de desarrollar toda la parte creativa”. Una cercanía –física y mental– que también une a la diseñadora con su equipo de diseño. “Trabajo directamente con ellos a diario y todos han acabado teniendo mis ojos. Muchas veces les digo ‘enseñadme todo, no importa si creéis que no me va a gustar, lo cambiamos y punto’. Es un trabajo en equipo y es importantísimo porque hay opiniones distintas y yo soy muy democrática. Yo dejo que la imaginación, la inspiración y la creatividad de todos ellos fluya. Es pura comunicación”.
“La colección prefall 2018 está totalmente inspirada en la pintura flamenca, con todas esas flores mezcladas –que son una belleza– y que resultan tan románticas y etéreas. Eso es lo que yo quería para esta colección. Mezclé todos los colores y las siluetas son todas muy suaves, muy femeninas, muy fluidas, se mueven… Y creo que eso es importante”, reflexiona la diseñadora sobre su última propuesta.
La diseñadora me acompaña a la zona en la que el equipo está empezando a trabajar en la colección de otoño-invierno 2018/19. Acaban de terminar con prefall 2018 –de hecho, al día siguiente de esta entrevista será la presentación global– y, aunque en el showroom